arielsoza
24/1/24
KIM
20/12/23
B y R conversaban hace un par de horas frente a una ventana desde donde se pueden ver las fachadas coloridas de la calle salvador. A las seis de la mañana durante el mes de diciembre todavía no es de día y la luz brilla sin encandilar. Se escuchan los pájaros, y a lo lejos las sirenas de las grúas del puerto. Se puede oler el pan caliente de la panadería el sol. Era el momento favorito de R, y cada vez que podía hacia algún comentario reafirmando la belleza del sur, agregando sin excepción una frase que repetía con un tono y una expresión facial que revelaba celo, orgullo, pena y resignación: "no se como será allá". Se apoyaba en el marco de la ventana que era de madera antigua pintada color marrón que disimulaba las astillas que R, sin estar pensando en ello, rasguñaba sin dejar de hacerse daño. - "y a que vas?". Le preguntó a B por tercera o cuarta vez. "A terminar con el capitalismo" respondió bromeando en serio buscando una razón épica menos egoísta que las anteriores que dio, haciendo ver su partida como un sacrificio o una muestra de altruismo y valentía. "y que?", pensaba B después de responder y sin decírselo a R, "si nací en el barrio mas pobre de la comuna mas pobre de la capital. Tengo derecho a partir sin una justificación filantrópica!". Y tenia razón. Creo que R también hubiese estado de acuerdo. Pero un espíritu ambicioso y desequilibrado solo reposa encontrando causas magnánimas, y solo el fin del capitalismo en el horizonte como un gesto de amor a los barrios pobres donde vivió toda su infancia podía compensar el egoísmo que sentía por dejar a todo el mundo atrás para partir sin un destino y sin proyecto colectivo. Un sentimiento de culpa tal vez herencia de su educación cristiana. Pero era joven, y en ese momento los jóvenes de izquierda no conocían la melancolía de la derrota de sus padres y abuelos. Muchos enterraron, de hecho, esa melancolía pusilánime junto al cuerpo simbólico de la figura del padre. Solo habían huérfanos allí, o niños huachos sin miedo al fuego.
4/8/23
En Bari hay abuelas que hacen pasta afuera de sus casas, la secan y la venden en bolsas. Gente que saca sus sillas a la calle para sentarse a estar callados con otros vecinos, también a conversar y a ver la luz. Todo es muy lento excepto los turistas y la gente es silenciosa hasta que habla, entonces canta, no canciones pero suena musical. Sonríen gratis y te dicen 'amico'. Una abuela me dijo, en un español muy bello, que tiene una amiga chilena que no ve hace muchos años pero que 'se sienten'. Me pareció bonita la expresión.
Apenas llegué a Andalucía no pude evitar escuchar la conversación de una mujer que le contaba a alguien por teléfono que su vecina está vuelta loca porque a su patio le caen pétalos de las flores de la casa de arriba y algunas naranjas, y que indignadisima por ello salió a amenazar a la dueña con un cuchillo. La mujer que hablaba por teléfono decía que entendía que se pudiera molestar por un par de naranjas pero que los pétalos son una cosa muy bonita. No dijo nada sobre el cuchillo. Cómo no me va a gustar el sur.
20/6/23
Cuando vivía en la ciudad imposible, con mis amigos conversábamos sobre los personajes públicos. Siempre habían viejos que caminaban solos o llegaban solos a todas partes. Nos preguntábamos si tendrían amigos, gente con la que hablar. Esos viejos eran un misterio, y estaban en todos lados sin embargo. Ahora, a veces, esos viejos soy yo.
También habían niños que jugaban como nunca pudimos, con muchos vecinos y con el tiempo infinito que solo acababa con la llamada a comer. Ahora, a veces, esos niños soy yo
Hay que pensar por que personajes como Marcianeke se aceptan popularmente incluso en esferas burguesas. El "flaite aceptado", es el mismo flaite rechazado pero que entra al espacio de aceptación burgués por los signos de poder que comunica: en este caso poder adquisitivo.
Es un problema de aporofobia. Al flaite fracasado, al pobre, no se le estima ni acepta.
27/5/23
1/5/23
Para conocer el recuerdo es una trampa.
viento en contra
Es difícil no ir contra el viento cuando está soplando en cuatro direcciones, en un país en el que la luz naranja del semáforo dura más que la roja
8-7-20
Cuándo la casa se llenó se lleno también de problemas. El resfrió de uno era el resfrió de todos. El frío de afuera nos obligaba a decidir sí abrir la ventana para ventilar y enfriar lo que alcanzó a temperar el calefactor el par de horas que estuvo encendido, o aguantarnos el olor a todo junto. La cocina con 4 platos no dejaba de estar ocupada, y obligaba a inventar formas de cocinar rápido sin sacrificar sabor.
No era el sueño europeo ni alcanzaba a ser menos que un abuso, y nos quejamos. Reclamamos por lo mínimo y al mismo tiempo sabíamos que terminar con ese abuso implicaba que algunos de la casa tenían que partir. Comenzó entonces una batalla silenciosa, en la que todos participaban, pero nadie sabía cómo terminar.
#castle avenue
porotos granados
Una historia que empieza siendo narrada en primera persona por un taxista. Sus rutinas, su conocimiento de las calles, su descripción de la ciudad. La narración intercalada con un narrador omnisciente que en la rutina del taxista se refiere a un pasajero. Ambos conversan y el pasajero comienza a sugerir seguir otras rutas. El tono da a entender que el pasajero busca evitar que el taxista de mas vueltas de las necesarias. En la ciudad abundan los taxistas pillos. La conversación de pronto empieza a cambiar de tono y el pasajero ya no sugiere rutas, las obliga. En tono creciente la escena avanza hasta un asalto del pasajero al taxista.
La historia continua con el asaltante huyendo. Sigue una narración en primera persona del asaltante sobre el proceso que lo llevo a tomar el taxi. Una historia particular que integra a otros actores de los que se desprenden nuevos hilos narrativos.
No hay un cierre que junte a todos los actores, tiene que ser mas parecido a la vida y los tipos de contacto que se producen en la ciudad.
apuntes de la casa de joe
Tenia sillas. Muchas sillas. Le gustaban las sillas. Tenia sillas en las que no se sentaba. Sillas en las que no se sentaría. Sillas con diferentes funciones. Yo no concebía conservar una silla en la que no me sentaría o en la que no me podría sentar.
Apuntes de la casa de Joe
No hay nada que altere mas a un cocainomano que lo hagan lucir débil vacilándolo con su consumo. Si no tuviera buenos reflejos hubiera recibido un combo en la cara. Siempre se puede culpar al mas débil de los errores provocados por los descuidos de los responsables, sobre todo cuando los responsables no son capaces de encararse entre ellos. Pero yo ya había dejado de ser el más débil, y mientras no se llenara ese vacío, cualquiera podía ser el siguiente en explotar.
7/2/22
6/11/21
23/10/21
Una de las respuestas prefabricadas en las conversaciones de ascensor sobre los trabajos a los que se dedican los migrantes en Irlanda suele ser una recurrente que también se repite en Chile, "que vienen trabajar en lo que los Irish no quieren". Trato de evitar ese tipo de respuestas porque no explican nada, así como trato de evitar contribuir con lamentos en conversaciones sobre el invierno de mierda en Irlanda porque no tengo ningún interés en construir una red de compañeros de infortunio al respecto, aunque he usado la respuesta para notar reacciones, las que siempre suelen ser efusivas: "yes! ", "exactly! ". Naturalmente creo que tampoco es que los migrantes quieran andar limpiando departamentos de parejas modernas que confirman su relación hipocalórica pagandole a alguien para que les limpie la cocina y el baño y luego rankiarlos en una aplicación esperando una devolución que los haga lucir nice, o tener que cuidar pendejos insoportables mal educados por muy adorables que sean o cocinando porquerías y limpiando grasas cuándo todo el mundo está pidiendose una pinta. Hay márgenes dibujados por los distintos tipos de visas desde los que hay que esbozar una explicación, también barreras idiomaticas aunque eso es siempre surfeable.
En las cocinas particularmente no abundan Irish y es normal. Primero porque esta gente no cocina y se comen todo con ketchup, y porque evidentemente nadie quiere perderse el único fin de semana soleado del año picando cebollas o friendo papas para gente a la que cualquier sucedáneo le sabe extraordinario. Son poco más que estrategias de permanencia, por eso las cocinas estás llenas de extranjeros que pueden venderse como chefs aunque su experiencia venga de cocinar para si, con sus amigos, amores o de gulas después de una fiesta. Poco se necesita para deslumbrar culinariamente en un país con tantos bares como calles, dónde los momentos sociales están mediados principalmente por el alcohol y la soledad cubierta por deliverys y take away.
19/9/21
14/12/20
Se puede ser pobre sin sacrificar glamour en ciudades caras como Dublín yendo a la sección de perfumes de las multitiendas haciendo usufructo de las muestras fingiendo una convincente intención de compra. Es una practica frecuente y masiva. Hay quienes que, con una pulida y envidiable técnica, incluso combinan fragancias. Buscar sin ninguna prisa la puerta de salida y caminar por Henry Street hasta el patio de comidas del Dunnes o pedir una sopa en el vietnamita de Capel Street. Comer bien con poco y seguir a la deriva de las pistas de la calle.
Hasta hace poco cuando miraba los autos no veía conductores, veía un cuadro fantasmagórico, autos conduciéndose solos en dirección opuesta atravesando el viento la lluvia y la niebla. Un día un par de brillantes ojos verdes azulados me miraron con dulzura y, perplejos de mi perplejidad, me sacudieron de mi estado mostrándome la humanidad de estos seres misteriosos.
#Apuntes del norte, camino a Howth.
22/10/20
2/10/20
"Los muertos puede bailar, pero a escopetazos" dijo J y después de tirar la colilla al suelo y se enganchó al primer auto que vio pasar.
Sesenta de sus ochenta años fumando tabaco rubio, mas dos accidentes terribles: estar cerca de una bomba y una muerte insoportable. Una bomba puede acabarte o perpetuar un tic. Jamás se vuelve completo de las guerrillas inevitables.
#elciervo
23/9/20
30/4/20
13/9/19
16/8/19
Hace diez años que me fui de Santiago, y hace cuatro de Chile. Cada vez que vuelvo vivo un romance con Puente, que es donde vive mi abuela y donde llego primero, ese pueblo grande en el que todos se conocen con todos y del que si no tienes recuerdos de los potreros de antaño, ese mítico pasado previo a las casas que han construido por todos lados, eres lisa y llanamente un recién llegado.
El romance con una ciudad como Santiago deviene rápidamente en ahogo, una ciudad predecible.
El año pasado para el año nuevo pedí el deseo de tener un año tranquilo económicamente, y se cumplió. Olvidé pedir un espacio, hay que desear ambiciosamente un regalo abarcativo.
No seas tibio dios de los deseos de año nuevo.
Aprende a hacer trampa y a pedir, gusano.
Si tuviera un escritorio sería escritor. Como ni siquiera tengo casa me dedico a ser un vagabundo errante que escribe en servilletas y celulares
26/7/19
22/7/19
16/7/19
10/6/19
Cuándo me fuí de la República ya había decidido irme de Valparaíso. Aquella mañana soñé por segunda vez en el mes que me buscaban para matarme. Esta vez también huía, veía desde la ventana a los que enviaron a buscarme. Decidí sin embargo ocultarme y prepararme para mas tarde matarlos a ellos. Sabiendo no sin dolor que lo mejor era irme, que quien construye envejece.
14/2/19
8/8/18
Así fue
Así fue.
14/2/18
12/2/18
#El ciervo
Hoy asfalto.
Antaño cáctus.
5/2/18
8/1/18
Cuando la Elsa murió a Don Roberto lo dieron por loco. Fuí a verlo hasta su casa y después de llamar dos veces entré, como hago cada vez que encuentro la puerta abierta. ¿Cómo está Don Roberto? Le pregunté mientras dudaba de lo oportuno de mi pregunta, y liberó una risa explosiva que hacía orquesta a su historia: anoche conoció a la Elsa en el Barrio Puerto y terminaron cantando borrachos entre los edificios de la Población Márquez imaginando que estaban en el futuro. Pero esa noche fue hace años, recordé y sin querer interrumpir preferí contemplar ese anacrónico presente.
6/11/17
3/10/16
30/8/16
27/7/16
30/6/16
7/6/16
5/6/16
- ¿y has estado en alguna otra parte del mundo?
-"y... no, pero así es ché".