Luego de todo, saco de su bolsillo unas pelusas, que se volvieron polvo con el frotar de las manos. Se sentó mirando hacia ningún lado y empezó el auto flagelo. Mas cuando se dio cuenta de lo que hacia, salio desde él su personalidad lobuna, cual Harry Haller confuso por el no manejo voluntario de esta (s). En definitiva retrocedió un poco dándose cuenta de que el olvido se hacia presente con las cicatrices, no precisamente en la memoria. Digo que creí haber tropezado “por” el piso, pero fue haciendo resumen por las desviaciones hacia él. Balanceo que se olvido de la rama, pero varillas son las que le marcan.

El resto supongo que no es “publicable”…


azoS leirA.