Una entrada cualquiera

Un poema cualquiera
Sobre una tarde cualquiera
Es mentira.
Porque ningún poema es un poema cualquiera
Y ninguna tarde es una tarde cualquiera.
Pero si a alguien se le ocurre decir
Que hay poemas cualesquiera
Sobre tardes que también son cualquiera
Le aconsejaría que tomara un billete cualquiera
O una moneda cualquiera
Y se dirija a una calle que no es cualquiera
A comprar una cerveza cualquiera.
Para reír un minuto
De esos en los que abundan los llantos
Que no son por cualquiera
(Pero claro que aquí yo si soy un cualquiera)

Quizás así su poema deja de ser un poema cualquiera,
Y su tarde,
Deja de ser una tarde cualquiera.

Esto…
No es un poema cualquiera.
Estoy pensando en algo
Y en alguien
Que no es un (a) cualquiera.
Pero no me atrevo a decir nada
Porque un acto cualquiera
Lo proceso con un juicio cualquiera
Lo reprimo con un cordel cualquiera
(Que no es cualquiera)
Y finalmente término haciendo nada,
Como cualquier cualquiera,
Cuando realmente lo único que quería
Era decirle algo cualquiera
(Que no es cualquier lesera)
Para ver si me mira,
Solo para ver si me mira
Un par de minutos
No como a un tipo cualquiera.