¿ para qué ? ¿ para que suela menos ? si es así conozco poetas con verdadero talento para usar la cordialidad, aunque esta sólo sirva para cubrir el desprecio.
¿ para qué ? ¿ para que duela menos ? si es así conozco poetas con verdadero talento para usar la cordialidad, aunque esta sólo sirva para cubrir el desprecio.
Ahí lo vez. Lo invisible, a lo menos es sensible. La palabra hace el amor, le cambia el nombre a la ausencia, y con eso el significado. Consigue milagrosamente que el tacto parezca música. Esas poetizas argentinas de versos con sabor a la desesperanza del antropólogo cultural, todavía no conciben la posibilidad del milagro. Pronuncian tragedia y les duele la garganta. Se alejan, sin pretenderlo quizás, si darse cuenta, de la lucidez de conseguir la coexistencia de la razón y la pasión dentro de sí, sin mezclarlas de manera absurda. Por el contrario, escriben mezclandolas, como quien mezcla sabores con materiales, poniéndole clavo de acero a la cola de mono, martillando su tumba con clavos de olor.
16 comentarios:
no veo las palabras
se leen
y ahí mueren.
según el lector
aún así son invisibles,
con un cliché: "lo esencial es invisible"
las palabras no hacen el amor, hacen la ausencia.
otro cliché.
Con el mismo poema:
"lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve...
...oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
el que no sirva ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo"
a las poetizas argentinas hay que enseñarles algo de cortesía.
¿ para qué ? ¿ para que suela menos ? si es así conozco poetas con verdadero talento para usar la cordialidad, aunque esta sólo sirva para cubrir el desprecio.
¿ para qué ? ¿ para que duela menos ? si es así conozco poetas con verdadero talento para usar la cordialidad, aunque esta sólo sirva para cubrir el desprecio.
Ahí lo vez. Lo invisible, a lo menos es sensible. La palabra hace el amor, le cambia el nombre a la ausencia, y con eso el significado. Consigue milagrosamente que el tacto parezca música.
Esas poetizas argentinas de versos con sabor a la desesperanza del antropólogo cultural, todavía no conciben la posibilidad del milagro. Pronuncian tragedia y les duele la garganta. Se alejan, sin pretenderlo quizás, si darse cuenta, de la lucidez de conseguir la coexistencia de la razón y la pasión dentro de sí, sin mezclarlas de manera absurda.
Por el contrario, escriben mezclandolas, como quien mezcla sabores con materiales, poniéndole clavo de acero a la cola de mono, martillando su tumba con clavos de olor.
puede que tengas razón respecto a las poetizas argentinas pero en relación a esta chilena te equivocaste.
¿por que ? ¿no sabe leer?
buenas noches.
buenas tardes,
parece que entendió el punto. las palabras de ayer no solo se podía leer...
Publicar un comentario