#El ciervo

VII

                                                                                                                            A pasos de un viejo retén que hospeda a dos policías retirados está camino al monte, la única ruta para llegar a la montaña. En diagonal hacia la derecha se traza una linea imaginaria que cien metros por delante rompe con la fachada del ciervo. Justo al frente hay un terreno baldío en cuyo horizonte se divisan árboles que sin embargo se pierden entre el polvo, las ramas secas y un espejismo de agua. Desde el mismo en diagonal hacia la izquierda se traza una linea imaginaria que cien metros por delante rompe con una pila de troncos que alguna vez estuvieron ordenados como una pirámide. El cruce de ambas lineas forma una cruz en cuyo núcleo encontraron el cadáver de un ciervo. Eso dicen cada vez que algún silencio choca con las miradas que eyectan como canicas que se vuelven a encontrar inevitablemente en aquel punto. Eso se dice sobre aquel punto.
                          Hoy asfalto.
                                     Antaño cáctus.

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